Este piso de 120 m2 está situado en el barrio histórico de Praga (ese que yo me muero por conocer pero que no acabar de alinearse los astros para que pueda caminar con calma y a gusto algún año de estos) y según los interioristas que se ocuparon de la reforma y decoración, los franceses DMesure fue completamente transformado para acomodarse a los gustos y necesidades de una pareja apasionada por las antigüedades. De esta manera se buscaron piezas únicas en Francia -muebles, lámparas, objetos decorativos- y se combinaron con papeles y telas de firmas de lujo como De Gournay para conseguir estos interiores convertidos casi en salas de museo. Mira sólo a la cocina y dime si no rezuma personalidad y elegancia atemporal.